domingo, 27 de abril de 2014

Una foto de un viaje a Sicilia, el pueblo de Cefalú en la costa norte. Os enseño la foto que salió de la cámara y mi interpretación de la misma. La cámara hizo lo que pudo, una exposición correcta y nada más...el resto le toca al fotógrafo.

3 comentarios:

  1. Buen ejemplo, Alfredo! Lo mismo vale para las fotos de móvil - siempre les doy unos retoques rápidos en snapseed, no tiene color...

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  2. Quien haya conocido Cefalú no podrá olvidar facilmente la pintoresca imagen de su puerto pesquero bajo ese imponente promontorio rocoso.
    Efectivamente, tu interpretación va más allá de lo que viste en aquel momento y entra de lleno en eso que te hubiera gustado ver:unos cielos cubiertos de nubes que amenazan tormenta,unas aguas verdes que invitan a adentrarse en ellas y sobre todo ese sabor añejo de las traseras de las casas del puerto.
    Esta es la magia de la fotografía,la que permite reproducir no solo la realidad sino lo que es más importante, los sueños

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  3. Así es, las palabras poéticas de Elisa (jeje) lo explican a la perfección...La fotografía es todo menos objetividad, sin la intervención del fotógrafo es mera (y mala) reproducción de la realidad. Una cámara por si sola nunca podrá producir una obra fotográfica.

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